Según John Maxwell, “el concepto de liderazgo organizacional hace referencia a la habilidad o capacidad interpersonal del líder o el proceso a través del cual éste influye, induce y anima a los empleados a llevar a cabo los objetivos de la empresa con entusiasmo y por propia voluntad.”
Al líder lo define como “aquel que tiene esa capacidad de influencia a través de la cual sus subordinados mejoran sus aptitudes y capacidades”
Un líder organizacional utiliza planes, se basa en procedimientos estandarizados, formaliza y utiliza la firmeza organizacional, puede incluso combinar varios tipos de liderazgo.
En consecuencia el líder debe tener la capacidad de influir en sus compañeros, en los otros individuos, tanto con su conducta como con sus palabras, logrando motivar a los demás a tal punto que consiga incentivarlos para que también trabajen en la consecución de un objetivo en común.
El líder debe tener la capacidad para controlar los resultados, independientemente de los protagonistas, las circunstancias y la naturaleza del espacio social o entorno donde actúe.
El liderazgo es el producto de relaciones entre el individuo y su grupo social de referencia y el líder es la persona a la cual ese grupo sigue, reconociéndole como jefe u orientador.
En cuanto a una empresa se refiere, el concepto de liderazgo hace referencia a la habilidad o al proceso a través del cual el líder influye para satisfacer objetivos y necesidades de la empresa, en la consecución de unas metas comunes.
Liderazgo, enfoque actual
En la actualidad el liderazgo es un instrumento de dirección que incide en el desarrollo de la actividad empresarial, es un objeto de los recursos humanos, que son el principal factor estratégico y ventaja competitiva con que cuenta una organización.
Las nuevas realidades impuestas por el proceso globalizador y las dinámicas transformaciones de los mercados, requieren un mayor número de personas desarrollando funciones gerenciales de alto, medio y bajo nivel que no sólo necesitarán administrar con competencias, sino que deben ejercer dotes de liderazgo en sus correspondientes áreas de actividad.
Las organizaciones deben adaptarse a un entorno altamente cambiante y esto requiere líderes con una visión amplia y sistémica, con una gran capacidad de adaptación, abiertos y dispuestos al diálogo permanente con el fin de alcanzar los objetivos de la organización y que permitan alinear la acción a propósitos comunes; el liderazgo ya no puede ser ejercido por una sola persona, debido a la complejidad misma de las organizaciones y de sus situaciones, requiriéndose el concurso de otros y teniendo una visión integral de lo que se quiere hacer y ofrecer dentro de un entorno de cambio constante.
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